NO NOS VAMOS A CALLAR. Seguiremos siendo los ojos, los oídos, la conciencia crítica de este país ensangrentado. Con esa determinación daremos seguimiento puntual a nuestras demandas y denunciaremos a las autoridades que no sean capaces de llevar a cabo su encomienda.
FRENTE A SUS BALAS, NUESTRAS PALABRAS